Observando la palma de tu mano
veo las penurias del pasado y del futuro.
Observando la palma de tu mano
veo el firmamento de mi infancia,
cuando aún podía volar hasta la luna
y todos mis sueños serían una realidad.
¡Padre! El tiempo ha pasado
he regresado de los sueños a la vida.
He sostenido en mis manos los añicos
de mis sueños destrozados.
Los he molido para protegerme,
los he afilado para mantenerme viva,
los trituré nuevamente,
para ser capaz aún
de amar, tener esperanzas.
¡Padre! Si mi vida nuevamente se hiciera
sé que tú recogerías los pedazos,
a pesar de que te cortarían la palma de tu mano,
a pesar de que te herirían profundamente.
Nguyen Bao Chan
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