Igual que cuando te
hacen una radiografía
te preguntas
(perplejo, sorprendido)
“¿Todo eso tengo adentro?”,
asoma algunas veces
entre bruma
algo que no creías dentro de ti.
te preguntas
(perplejo, sorprendido)
“¿Todo eso tengo adentro?”,
asoma algunas veces
entre bruma
algo que no creías dentro de ti.
No se muestra del todo:
solamente insinúa su silueta
o su sombra.
No es “tu” secreto:
es el hueco que llevas
recóndito,
inconfeso
y guardado de ti;
el cajón interior que nunca habías abierto;
el secreto infranqueable
que no se te ha confiado
y está dudando ahora
entre permanecer callado
o revelársete.
Isidro Saiz de Marco,