¿Qué será de
aquellos
dos niños que me pedían limosnas en un
restaurante?
Ahora en cuarentena
irán a la playa a pedirle
a las sirenas
un abrazo maternal que los ahogue
mientras el
mundo se esconde y nadie los procura.
Tengo la barriga llena.
Me
pregunto si pensarán en mí.
Siento náuseas,
no tengo
el
derecho de escribir
sobre su hambre.
Nelmaries Medina Rodríguez
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