Busco en aquellas casas vacías a la niña que fui.
Le pregunto
si sigue yendo a comprar,
si ha desembalado la caja de la última
mudanza
que aún sigue en el trastero.
Hay quien cierra la puerta para irse de
vacaciones
y sale con bolsas de basuras.
Hay quien cierra la puerta para no
volver
y también sale con bolsas de basura.
Los recuerdos permanecen en las bolsas,
resistentes,
los guardamos para que no les entre el polvo.
He querido volver a tocar el timbre de alguna de esas puertas.
Nunca lo hago.
Nadie abre.
Cristina Angélica
No hay comentarios:
Publicar un comentario