¿Qué es lo verdaderamente importante?,
busco en mi
interior la respuesta,
y me es tan difícil de encontrar.
Falsas
ideas invaden mi mente,
acostumbrada a enmascarar lo que no
entiende,
aturdida en un mundo de falsas ilusiones,
donde
la vanidad, el miedo, la riqueza,
la violencia, el odio, la
indiferencia,
se convierten en adorados héroes.
Me preguntas cómo se puede ser feliz,
cómo entre tanta
mentira puede uno convivir,
cada cual es quien se tiene que
responder,
aunque para mí, aquí, ahora y para siempre:
queda
prohibido llorar sin aprender,
levantarme un día sin saber qué
hacer,
tener miedo a mis recuerdos,
sentirme solo alguna
vez.
Queda prohibido no sonreír a los problemas,
no luchar por lo
que quiero,
abandonarlo todo por tener miedo,
no convertir
en realidad mis sueños.
Queda prohibido no demostrarte mi amor,
hacer que pagues mis
dudas y mi mal humor,
inventarme cosas que nunca
ocurrieron,
recordarte sólo cuando no te tengo.
Queda prohibido dejar a mis amigos,
no intentar comprender lo
que vivimos,
llamarles sólo cuando les necesito,
no ver
que también nosotros somos distintos.
Queda prohibido no ser yo ante la gente,
fingir ante las
personas que no me importan,
hacerme el gracioso con tal de que
me recuerden,
olvidar a toda la gente que me quiere.
Queda prohibido no hacer las cosas por mí mismo,
no creer en
mi dios y hacer mi destino,
tener miedo a la vida y a sus
castigos,
no vivir cada día como si fuera un último suspiro.
Queda prohibido echarte de menos sin alegrarme,
olvidar los
momentos que me hicieron quererte,
todo porque nuestros caminos
han dejado de abrazarse,
olvidar nuestro pasado y pagarlo con
nuestro presente.
Queda prohibido no intentar comprender a las personas,
pensar
que sus vidas valen más que la mía,
no saber que cada uno
tiene su camino y su dicha,
pensar que con su falta el mundo se
termina.
Queda prohibido no crear mi historia,
dejar de dar las
gracias a mi familia por mi vida,
no tener un momento para la
gente que me necesita,
no comprender que lo que la vida nos da,
también nos lo quita.
Alfredo Cuervo Barrero
No hay comentarios:
Publicar un comentario