Sólo quiero que esto no termine
en otro de esos tristes
—pero siempre reconfortantes—
poemas de amor.
Otro de esos poemas que inmortalizan
el triunfo de los cobardes
o de los torpes,
y que se anuncian ante nosotros
con promesas
de que una vida juntos
habría sido posible.
Habría. Qué putada.
Selam Wearing
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