NA NOITE
Cansada de vixiar a máscara, a muller
senta ao final do día fronte do
espello.
Unha a unha vai quitando as engurras,
as liñas amargas que cercan a boca,
eleva as pálpebras, limpa cun pano
húmido as canas, levanta os peitos,
sacude do corpo os quilos de máis.
Logo deitase na cama, a chorar.
Pregúntase por que non vai arrolala
a súa nai. É tan nova, está tan
espida
e ten tanto, tanto frío.
POR LA NOCHE
Cansada de vigilar la máscara, la
mujer
se sienta al final del día frente al
espejo.
Una a una va quitando las arrugas,
las líneas amargas que cercan la
boca,
eleva los párpados, limpia con un
paño
húmedo las canas, levanta los pechos,
sacude del cuerpo los kilos de más.
Luego se acuesta en la cama, a llorar.
Se pregunta por qué no viene a
acunarla
su madre. Es tan joven, está tan
desnuda
y tiene tanto, tanto frío.
Begoña Paz
No hay comentarios:
Publicar un comentario