viernes, 25 de enero de 2013

De los de siempre

Usted,
compañero
es de los de siempre.
De los que nunca
se rajaron,
¡carajo!
De los que nunca
incrustaron su cobardía
en la carne del pueblo.
De los que se aguantaron
contra palo y cárcel,
exilio y sombra.

Usted,
compañero,
es de los de siempre.

Y yo lo quiero mucho
por su actitud honrada,
milenaria
por su resistencia
de mole sensitiva,
por su fe,
más grande y más heroica
que los gólgotas
juntos
de todas las religiones.

Pero, ¿sabe?
los siglos
venideros
se pararán de puntillas
sobre los hombros del planeta,
para intentar
tocar
su dignidad,
que arderá
de coraje,
todavía. Usted,
compañero,
que no traicionó
a su clase,
ni con torturas,
ni con cárceles,
ni con puercos billetes,
Usted,
astro de ternura,
tendrá edad de orgullo,
para las multitudes
delirantes que saldrán
del fondo de la historia
a glorificarlo,
a usted,
al humano y modesto,
al sencillo proletario,
al de los de siempre,
al inquebrantable
acero del pueblo.

Otto René Castillo

No hay comentarios: