Todo hombre tiene derecho a su ira.
Lo dice la Constitución.
Todo hombre tiene derecho también
a su propia opinión y a su propia muerte,
a su propia malicia y a su propia vileza.
Pero tú pasas demasiado tiempo ganseando.
Eliges tus palabras demasiado cuidadosamente
y tienes miedo a que te llamen agitador.
¿Cuándo te mostrarás indignado
y te manifestarás
contra las injusticias de la gente?
No hay comentarios:
Publicar un comentario