Más allá de esos montes y sus muros
Encontraré algún día mi pueblo ausente
Y viviré en su casa polvorienta
De habitaciones graves encaladas,
Con su ventana hacia una calle sorda
Y hacia dentro tan clara
que rosas blancas nublan sus verdores.
La veré así
Borrándose y volviendo entre sus años,
Y las mañanas pasearán sus arbustos
Y las tardes serán de golondrinas
y ya en la noche de una luz suave y lenta
en el amor de mi dama sin rostro
un búho radiante con su denso llamado
me cegará en sus plumas de violeta
miércoles, 31 de agosto de 2011
El pueblo ausente
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