Te prometí hacerte feliz,
me prometiste hacerme feliz,
mas
deberías saber
que todo el amor del mundo no basta
para hallar
los límites del alma,
para abrazar la paz de una arboleda,
para
cruzar el fuego que no quema,
para sepultar las alas de Ícaro,
que
tanto y tanto pesan,
en el fondo del abismo.
Te prometí
hacerte feliz,
mas deberías saber
que cada uno ha de
aprender
a hacerse feliz a sí mismo.
Yolanda Gelices
No hay comentarios:
Publicar un comentario