Mujer
pequeña y casi oculta en la penumbra
de un
gesto
oscuro y pulido como el bronce
Iba a pasos cortos hacia
el fin del día
hacia las piedras
de la derrota
dúctil y
recogiendo en su seno el oro de las horas
va a pasos rectos hacia
el fin del día
si alguien la espera en el lindero de su noche
que
le salga al encuentro y que resuelva
esa penumbra elástica
donde
destellan apenas las horas
y se enlazan venas
restallantes
henchidas de una sangre abrupta y honda
que es el
primer momento de la luz
AMERICO FERRARI
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