jueves, 11 de diciembre de 2008

ESCUCHO

Escucho redoblar con fuerza los tambores de la
guerra,
escucho el tronar de los cañones y de los fusiles,
escucho los sollozos de las viudas y los
huérfanos,
escucho las humillaciones impuestas a los
obreros y campesinos,
escucho el sonido sordo del machete al quebrar
los huesos de las víctimas,
escucho el rodar de las cabezas en las riberas de
los ríos,
escucho los gritos de los niños mutilados por las
minas,
escucho los lamentos de los prisioneros en las
cárceles,
escucho el desespero del tiempo perdido de los
secuestrados,
escucho la angustia de sus seres queridos
impotentes ante la infamia,
escucho el caminar de los desplazados por los
caminos sin futuro,
escucho el sonido infame de las fosas comunes al
destaparse,
escucho a los NN pedir su identidad para poder
entrar al cielo,
escucho las protestas de las vidas ante la muerte
prematura,
escucho el sonido del rayo en el fragor de la
batalla,
escucho la furia vengadora de los sobrevivientes,
escucho el rugir del viento empujando las nubes
negras sobre las selvas,
escucho el silencio del mundo indolente…

Luis Tejada

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