miércoles, 14 de febrero de 2018

Las horas y los años

Las horas, infinitas
y los años, veloces.
Los recuerdos empiezan
a doler como golpes,
y los proyectos nacen
con óxido en los goznes.
Fatiga y afán quedan
y arena de relojes.
¡No quiero ver el tiempo
mientras avanzan, dóciles,
las horas infinitas
y los años, veloces!
En las fotografías,
como en viejos tumores,
el dolor y el cansancio
se asoman a los bordes.
Por ellas suenan pasos
y en ellas se oyen voces
y tras ellas hay puertas,
alcobas, corredores,
y un río de manos que andan
ciegas, tentando, insomnes.
En las fotografías,
como en viejos tumores.
Repleta está mi vida.
Mi corazón, sin norte.
Me he mirado al espero
a alta hora de la noche;
y me he visto fundido
con rostros y con nombres
que habitan por mis canas
como por panteones,
que me miran con ojos
amorosos y enormes.
Repleta está mi vida.
Mi corazón, sin norte.



Félix Grande


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