martes, 22 de abril de 2014

Lluvia



hoy llueve mucho, mucho,
y pareciera que están lavando el mundo.
mi vecino de al lado mira la lluvia
y piensa escribir una carta de amor/
una carta a la mujer que vive con él
y le cocina y le lava la ropa y hace el amor con él
y se parece a su sombra/
mi vecino nunca le dice palabras de amor a la mujer/
entra a la casa por la ventana y no por la puerta/
por una puerta se entra a muchos sitios/
al trabajo, al cuartel, a la cárcel,
a todos los edificios del mundo/
pero no al mundo/
ni a una mujer/ni al alma/
es decir/a ese cajón o nave o lluvia que llamamos así/
como hoy/que llueve mucho
y me cuesta escribir la palabra amor/
porque el amor es una cosa y la palabra amor es otra cosa/
y sólo el alma sabe dónde las dos se encuentran/
y cuándo/y cómo/
pero el alma qué puede explicar/
por eso mi vecino tiene tormentas en la boca/
palabras que naufragan/
palabras que no saben que hay sol porque nacen y mueren la
misma noche en que amó/
y dejan cartas en el pensamiento que él nunca escribirá/
como el silencio que hay entre dos rosas/
o como yo/que escribo palabras para volver
a mi vecino que mira la lluvia/
a la lluvia/
a mi corazón desterrado/

Juan Gelman


domingo, 20 de abril de 2014

en la frontera mexicana


Y en la frontera mexicana,
Alguien ha arrancado a través de una valla
Tela metálica de refuerzo
Con cizallas,
Erigió una hamaca
Suspendiéndola
Entre dos pilares de hormigón
dela cerca.
Después balanceándose suavemente hacia atrás y hacia delante,
Desde Texas hasta México y luego
Desde México a Texas,
Ellos se duermen;despectivamente
De los guardias de seguridad
Patrullas de esta de marcación artificial-
Pues, érase una vez,
Texas fue México
Y Texas noexistía.
Cuando Eugene Debs fue encarcelado
Por la objeción de conciencia en la Primera Guerra Mundial
Él dijo,el 11 de septiembrede 1915,
"No tengo un país por el cual luchar
Mi país esl a tierra
Soy un ciudadano del mundo’”.


Heathcote Williams

viernes, 18 de abril de 2014

El Otro País




Son las mismas marcas en los mismos productos
son las mismas señas en las mismas señales.
Es el mismo habla en las mismas habladurías
es el mismo asfalto, en distintas calles
con los mismos nombres.
Pero aquí no hubo trolebuses, ni tranvías,
ni mucho menos adoquines.
Sin embargo a pesar de la distancia
siempre dijeron que las leyes y derechos
eran los mismos
que teníamos los mismos colores y monedas
y que por eso nos descontaban la misma
deuda externa




Roberto Goijman

miércoles, 16 de abril de 2014

Mi abuelo



Mi abuelo no salió de su pueblo.
El pueblo tenía cuatro casas,
cuatro calles, cuatro caminos,
cuatro vecinos, cuatro perros.
No había en él ni obispos, ni ministros,
ni putas, ni altos cargos,
no había empresas, ni banca, ni iglesia había.
En realidad no salió nunca de su molino.
Ya es casualidad que por aquel lugar,
remoto y olvidado,
acertara a pasar la vida.
Mi abuelo hablaba poco, pero sabía mucho,
todo lo aprendió mirando la muela
que, implacable, con el mismo eterno movimiento,
machacaba siempre el grano, hasta hacerlo polvo.  


Begoña Abad

lunes, 14 de abril de 2014

EL AVARO


Es un ser ominoso
que cuenta sus billetes igual que si arrancara
pétalos de la flor de la avaricia.

Tú también lo conoces.

El dinero
vive en su corazón como el musgo en la roca
y es su llave,
su cruz
y su destino.

Para él una moneda es una escama
del pez de la fortuna
y en sus ojos
se lee la codicia
lo mismo que en el hielo se hace visible el frío.

Ya sabes de quién hablo.

Adonde va
lo siguen cifras rojas o azules
–tatuajes,
satélites,
arpones–
y una verdad cruel:
nada tiene valor, si todo tiene un precio;
nadie te va a engañar si nadie está contigo.

No sospecha que a veces cava también su tumba
el que entierra un tesoro.
No sabe que sus números son como mis palabras:
la piel que va a dejar entre las sombras
la serpiente amarilla del olvido.

Tú sabes de quién hablo:
tú eres ese infeliz.

Benjamín Prado














sábado, 12 de abril de 2014

jueves, 10 de abril de 2014

BLUES DEL AMO



Va a hacer diecinueve años
que trabajo para un amo.
Hace diecinueve años que me da la comida
y todavía no he visto su rostro.

No he visto al amo en diecinueve años
pero todos los días yo me miro a mí mismo
y ya voy sabiendo poco a poco
cómo es el rostro del amo.

Va a hacer diecinueve años
que salgo de mi casa y hace frío
y luego entro en la suya y me pone una luz
amarilla encima de la cabeza
y todo el día escribo dieciséis
y mil y dos y ya no puedo más
y luego salgo al aire y es de noche
y vuelvo a casa y no puedo vivir.

Cuando vea a mi amo le preguntaré
lo que son mil y dieciséis
y por qué me pone una luz encima de la cabeza.

Cuando esté un día delante de mi amo,
veré su rostro, miraré en su rostro
hasta borrarlo de él y de mí mismo.  

Antonio Gamoneda

martes, 8 de abril de 2014

El don de la tristeza


El latido que media
entre decir o no decir te quiero.
Los nexos invisibles que nos atan
a una forma de olvido, a unas piernas,
al nombre que se inscribe en una lápida.
Se amontonan facturas, planos enmohecidos
de ciudades deshechas,
fetiches que nos miran
con la tristeza mansa de saber que son humo,
las víctimas perfectas
de nuestra rendición o desconcierto.

El latido que media
entre el que salta y el que no, la vida
que estalla en las burbujas
del agua que calientas para el té de las cinco.
El modo en que la luz dibuja puentes,
detonaciones sordas,
el caligrama absurdo de todos estos años.

Es tentador pensar que no sirvió de nada,
pero está la tristeza,
su extraño don,
esta manera imbécil de amar el mundo, todo
lo que sabes inútil
y no quieres perder
y perderás.

La tristeza que todo amor precisa
para ser de verdad y para siempre.    

Javier Cánaves

domingo, 6 de abril de 2014

Longe de mim em mim existo


Longe de mim em mim existo
A parte de quem sou,
A sombra e o movimento em que consisto.



Lejos de mí en mí existo
La parte de quien soy
La sombra y el movimiento en que consisto.


Fernando Pessoa

viernes, 4 de abril de 2014

Dá-nos a Tua paz


Dá-nos a Tua paz,
Deus Cristão falso, mas consolador, porque todos
Nascem para a emoção rezada a ti;
Deus anti-científico mas que a nossa mãe ensina;
Deus absurdo da verdade absurda, mas que tem a verdade das lágrimas
Nas horas de fraqueza em que sentimos que passamos
Como o fumo e a nuvem, mas a emoção não o quer,
Como o rasto na terra, mas a alma é sensível...

Dá-nos a Tua paz, ainda que não existisses nunca,
A Tua paz no mundo que julgas Teu,
A Tua paz impossível tão possível à Terra,
À grande mãe pagã, cristã em nós a esta hora
E que deve ser humana em tudo quanto é humano em nós.

Dá-nos a paz como uma brisa saindo
Ou a chuva para a qual há preces nas províncias,
E chove por leis naturais tranquilizadoramente.

Dá-nos a paz, porque por ela siga, e regresse
O nosso espírito cansado ao quarto de arrumações e coser
Onde ao canto está o berço inútil, mas não a mãe que embala,
Onde na cómoda velha está a roupa da infância, despida
Com o poder iludir a vida com o sonho...

Dá-nos a tua paz.
O mundo é incerto e confuso,
O pensamento não chega a parte nenhuma da Terra,
O braço não alcança mais do que a mão pode conter,
O olhar não atravessa os muros da sombra,
O coração não sabe desejar o que deseja
A vida erra constantemente o caminho para a Vida.
Dá-nos, Senhor, a paz, Cristo ou Buda que sejas,
Dá-nos a paz e admite
Nos vales esquecidos dos pastores ignotos
Nos píncaros de gelo dos eremitas perdidos,
Nas ruas transversais dos bairros afastados das cidades,
A paz que é dos que não conhecem e esquecem sem querer.

Materna paz que adormeça a terra,
Dormente à lareira sem filosofias,
Memória dos contos de fadas sem a vida lá fora,
A canção do berço revivida através do menino sem futuro,
O calor, a ama, o menino,
O menino que se vai deitar
E o sentido inútil da vida,
O coveiro antigo das coisas,
A dor sem fundo da terra, dos homens, dos destinos
Do mundo...
 
Álvaro Campos (Fernando Pessoa)

Danos Tu paz,
Dios cristiano falso pero consolador, porque todos
nacen hacia la emoción rezada a ti;
Dios anti-científico, pero enseñado por nuestra madre;
Dios absurdo de la absurda verdad, pero poseedor de la verdad de las lágrimas
en las horas de debilidad en que sentimos que pasamos
como el humo y la nube, aunque la emoción no lo quiera,
como la huella en la tierra, aunque el alma es sensible...

Danos Tu paz, aunque nunca existieses,
Tu paz en el mundo que crees Tuyo,
Tu imposible paz tan posible en la Tierra,
en la gran madre pagana, cristiana en nosotros a esta hora
y que ha de ser humana en todo cuanto es humano en nosotros.

Danos la paz como una brisa que brota
o la lluvia por la que se hacen plegarias en los campos,
y llueve por leyes naturales, tranquilizadoramente.

Danos la paz, para que por ella siga y regrese
nuestro espíritu cansado al cuarto del rebujo y la costura
donde en una esquina está la inútil cuna, pero no la madre que arrulla,
donde en la cómoda vieja está la ropa de infancia, desnuda
del poder burlar la vida con el sueño...

Danos tu paz.
El mundo es incierto y confuso,
el pensamiento no llega a parte alguna de la Tierra,
el brazo no alcanza más de lo que la mano puede contener,
la mirada no atraviesa los muros de la sombra,
el corazón no sabe desear lo que desea,
la vida yerra constantemente el camino hacia la Vida.
Danos, Señor, la paz, seas Cristo o Buda,
Danos la paz y admite
en los valles olvidados por los pastores ignotos,
en las cumbres de hielo de los eremitas perdidos,
en las callejuelas oblicuas de los barrios apartados de las ciudades,
la paz que es de quienes no conocen y olvidan sin querer.

Materna paz que adormezca la tierra,
durmiente en el hogar sin filosofías,
recuerdo de los cuentos de hadas sin la vida allá fuera,
la canción de cuna revivida a través del niño sin futuro,
el calor, la nana, el niño,
el niño que se va a acostar
y el sentido inútil de la vida,
el antiguo sepulturero de las cosas,
el dolor sin fondo de la tierra, de los hombres, de los destinos,
del mundo...