miércoles, 31 de diciembre de 2014

lunes, 29 de diciembre de 2014

sábado, 27 de diciembre de 2014

Lema que siempre me repito


Me hablas de otros lugares,
de playas y de hoteles cálidos donde el sol
es un vecino más
y la felicidad una costumbre.
Me dices que esta gran ciudad te angustia,
que tu cuarto no tiene buenas vistas,
que tu espejo es infiel con tus deseos.
Yo te escucho paciente y te contesto:
no hay sitios más felices, hay personas
más desilusionadas, y hombres más satisfechos.
A tu alma, tan clara como triste,
no le falta la luz, le sobran las ventanas.

Alberto Carpio







jueves, 25 de diciembre de 2014

Otro tiempo, I




Lisboa prometía poemas de Pessoa,
encantos de otro tiempo, niebla y sueños,
Lisboa prometía.
Pero qué haremos en el mundo ahora
que es tan real Lisboa
que están sucias sus calles,
ahora que ya es tan real Lisboa
que Pessoa es un trozo de metal.
No hay más, es todo,
la llanura infinita nos atrapa.
El destello en la noche
sólo era eso, tanto como eso.
Lisboa estará siempre muy lejos de Lisboa.

Alberto Carpio

jueves, 23 de octubre de 2014

Un español habla de su tierra

Las playas, parameras
al rubio sol durmiendo,
los oteros, las vegas
en paz, a solas, lejos;

los castillos, ermitas,
cortijos y conventos,
la vida con la historia,
tan dulces al recuerdo.

Ellos, los vencedores
caínes sempiternos,
de todo me arrancaron.
Me dejan el destierro.

Una mano divina
tu tierra alzó en mi cuerpo
y allí la voz dispuso
que hablase tu silencio.

Contigo solo estaba,
en ti sola creyendo;
pensar tu nombre ahora
envenena mis sueños.

Amargos son los días
de la vida, viviendo,
sólo una larga espera
a fuerza de recuerdos.

Un día, tú ya libre
de la mentira de ellos,
me buscarás. Entonces
¿qué ha de decir un muerto?


                    Luis Cernuda

martes, 21 de octubre de 2014

Paz

Plantaremos olivos
donde antes había espinos.
Todos iguales
de la mano.
Todos distintos,
con una canción
de amor
en nuestros labios.
Plantaremos olivos.

¿A dónde va mi vuelo?
SHALOM, SALAM:
¡Por Dios, cesad el fuego!
SHALOM, SALAM:
¿A dónde va mi vuelo?
SHALOM, SALAM:

Y plantaremos olivos
donde antes hubo espinos.
Compartir, lo único urgente,
en este amanecer de siglo.
Plantaremos olivos
donde antes
había espinos.

¿A dónde va mi vuelo?
SHALOM, SALAM:
¡Por Dios, cesad el fuego!
SHALOM, SALAM:
¡... que estoy sin alas, sin aire, sin paz...
y sin olivo!

PAZ, PEACE, PAIX,
MIR, SHALOM, SALAM.
PAZ, PEACE, PAIX,
MIR, SHALOM, SALAM

Federico Mayor Zaragoza

domingo, 19 de octubre de 2014

Alguna vez

Alguna vez, a todos, a mí mismo,
nos ha crecido un árbol en las manos
o el mar sobre la frente
o la esperanza, como alfombra extendida a nuestro paso.
Al encontrar un verso entre la hierba,
al madurar el fruto del abrazo,
al escuchar palabras
que nos tientan el aire de palabras que arrastramos

Pero la madrugada llegó siempre
con su fusil a ciegas preparado
para segar la vida de los hombres
o la ilusión nacida en nuestros vasos.
Y cuando fue creciendo la mañana
nos quedó solamente nuestro asco
y una sed infinita, y la vergüenza
de nuestro propio aspecto de borrachos.
Carlos Álvarez

viernes, 17 de octubre de 2014

Canción del pescador


Tengo las redes llenas
(manos vacías).
Las redes son del amo;
las manos, mías.

Estaba el mar vacío
bajo la noche;
con sudor lo llenamos
los pescadores.

Está el campo sombrío
de madrugada;
con las manos hacemos
la luz del alba.

¡Cuándo será la tierra
tuya en tus manos;
tuyas la barca y redes,
y el mar tu esclavo!

Carlos Álvarez

miércoles, 15 de octubre de 2014

Humanidad te amo


Humanidad te amo
porque preferirías embarrar las botas del
éxito antes que preguntar de quién es el alma que cuelga de la
cadena del reloj lo cual sería vergonzoso para ambas
partes y porque
aplaudís resueltamente todas
las canciones que contengan las palabras país casa y
madre cuando las cantan en el viejo teatro
Humanidad te amo porque
cuando andás pobre empeñás
tu inteligencia para comprarte un trago y cuando
te echan tu orgullo impide
que te acerques a las casas de empeño y
porque estás continuamente haciendo
cosas molestas pero más
que nada en tu propia casa
Humanidad te amo porque
estás perpetuamente poniendo el secreto de
la vida en tus pantalones y te olvidás
que está ahí y te sentás
en él
y porque estás
siempre haciendo poemas en el regazo
de la muerte Humanidad
te odio

e.e. cummings

lunes, 13 de octubre de 2014

La casa del pobre es como un sagrario.

La casa del pobre es como un sagrario.
En su interior lo eterno se cambia en alimento,
y al anochecer regresa suave
hacia sí, en un anchuroso círculo,
y se acoge en sí, lento, pleno de resonancias.

La casa del pobre es como un sagrario.

La casa del pobre es como la mano de un niño.
No toma lo que los adultos piden,
le basta un escarabajo con ornadas pinzas,
una piedra ovalada de rodar por el río,
la corrediza arena y las conchas sonantes.
Es como una balanza suspendida,
sensible a la más leve recepción,
oscilando largamente entre los dos platillos.

La casa del pobre es como la mano de un niño.

Es como la tierra la casa del pobre:
esquirla de un venidero cristal,
ya claro, ya oscuro, en su huidiza caída;
pobre cual la cálida pobreza de un establo, -
y no obstante están los anocheceres: en ellos es ella todo,
y de ella vienen todas las estrellas.  

R..M. Rilke

sábado, 11 de octubre de 2014

Sucio, mal vestido

En el camino de los perros mi alma encontró
a mi corazón. Destrozado, pero vivo,
sucio, mal vestido y lleno de amor.
En el camino de los perros, allí donde no quiere ir nadie.
Un camino que sólo recorren los poetas
cuando ya no les queda nada por hacer.
¡Pero yo tenía tantas cosas que hacer todavía!
Y sin embargo allí estaba: haciéndome matar
por las hormigas rojas y también
por las hormigas negras, recorriendo las aldeas
vacías: el espanto que se elevaba
hasta tocar las estrellas.
Un chileno educado en México lo puede soportar todo,
pensaba, pero no era verdad.
Por las noches mi corazón lloraba. El río del ser, decían
unos labios afiebrados que luego descubrí eran los míos,
el río del ser, el río del ser, el éxtasis
que se pliega en la ribera de estas aldeas abandonadas.
Sumulistas y teólogos, adivinadores
y salteadores de caminos emergieron
como realidades acuáticas en medio de una realidad metálica.
Sólo la fiebre y la poesía provocan visiones.
Sólo el amor y la memoria.
No estos caminos ni estas llanuras.
No estos laberintos.
Hasta que por fin mi alma encontró a mi corazón.
Estaba enfermo, es cierto, pero estaba vivo.




Roberto Bolaño

domingo, 7 de septiembre de 2014

Mi madre me estaba dando el pecho

Mi madre me estaba dando el pecho
cuando mi padre consiguió un trabajo
del que no se movió en treinta años.

Imaginó, que  a cambio de su fidelidad,
la empresa le gratificaría, cerca de su jubilación,
con un reloj de oro, una placa o un viaje a Torremolinos,
pero no, le dieron una patada en el culo
y a base de cambiarse de nombre,
resulto, que después de treinta años
mi padre no había trabajado allí ni treinta días.

Cada mañana, para el control de parados,
nos presentamos juntos en el INEM,

primero le nombran a él
y después me nombran a mí.
Hay gente que se siente satisfecha viendo a sus hijos imitarles,

me pregunto qué opinará él de todo esto.

viernes, 5 de septiembre de 2014

Lista de espera


Hoxe hai moita xente, di. 
Ás veces son tantos que temos 
que facer unha pequena selección. 
Repartimos os formularios, eles énchenos 
e logo pasámolos polo lector. 
O ordenador decide quen, como, cando.  
Meu compañeiro e mais eu 
xogamos a adiviñar os elixidos. 
O tremor é un indicio. Non sempre  
acertamos, claro. Tería que ver  
as caras dos que quedan atrás.  
A ansiedade nas súas miradas.  
As súas protestas sobre prazos, dereitos, 
 lugar na lista. É todo tan ridículo.  
Falta dignidade, sabe vostede?  
E un chisco de paciencia. 
A paciencia é indispensable 
para ingresar na nada. 

LISTA DE ESPERA 


Hoy hay mucha gente, dice. 
A veces son tantos que tenemos 
que hacer una pequeña selección.  
Repartimos los formularios,  ellos los cubren 
y luego los pasamos por el lector. 
El ordenador decide quien, como, cuando. 
Mi compañero y yo jugamos 
a adivinar los elegidos. 
El temblor es un indicio. No siempre 
acertamos, claro. Tendría que ver 
las caras de los que quedan atrás. 
La ansiedad en sus miradas.  
Sus protestas sobre plazos, derechos, 
lugar en la lista. Es todo tan  ridículo.  
Falta dignidad,  ¿sabe usted? 
Y un poco de paciencia.  
La paciencia es indispensable 
para ingresar en la nada. 


Begoña Paz

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Na noite/ Por la noche





NA NOITE 

Cansada de vixiar a máscara, a muller 
senta ao final do día fronte do espello. 
Unha a unha vai quitando as engurras, 
as liñas amargas que cercan a boca,  
eleva as pálpebras, limpa cun pano 
húmido as canas, levanta os peitos, 
sacude do corpo os quilos de máis.  

Logo deitase na cama, a chorar.  
Pregúntase por que non vai arrolala 
a súa nai. É tan nova, está tan espida 
e ten tanto, tanto frío. 


POR LA NOCHE 

Cansada de vigilar la máscara, la mujer 
se sienta al final del día frente al espejo. 
Una a una va quitando las arrugas, 
las líneas amargas que cercan la boca, 
eleva los párpados, limpia con un paño 
húmedo las canas, levanta los pechos, 
sacude del cuerpo los kilos de más. 

Luego se acuesta en la cama, a llorar. 
Se pregunta por qué no viene a acunarla 
su madre. Es tan joven, está tan desnuda 

y tiene tanto, tanto frío. 

Begoña Paz

martes, 2 de septiembre de 2014

BIOGRAFIA



Tive amigos que morriam, amigos que partiam
Outros quebravam o seu rosto contra o tempo.
Odiei o que era fácil
Procurei-me na luz, no mar, no vento.  


BIOGRAFÍA

Tuve amigos que morían, amigos que partían
otros rompían su rostro contra el tiempo.
Odié lo que era fácil
Me busqué en la luz, en el mar, en el viento.

Sophia de Mello Breyner Andresen





lunes, 1 de septiembre de 2014

MARCHEMOS POR LA PAZ


Que nada te engañe
Para embarcarte en una guerra
No te armes ni de fusiles ni de lanzas
No desperdicies ni tu fuerza ni tu tiempo, hermano
Marchemos por la paz que eso es mucho mejor

No existe guerra buena
Ni guerra pequeña
No existe guerra propia
Ni sobrio
Ni guerra santa
Ni hay guerra relámpago
Se sabe cuando comienza
Pero jamás cuándo va a terminar
Marchemos por la paz que eso es mucho mejor

Toda cosa combatida
Se nutre de la energía del combatiente
Y puede también destruirlo
Confundir guerra y paz en une sola medalla
No puede sino nutrir el odio
Y justificar la violencia
Superar la cólera. Vencer la intolerancia
Es una marcha por la paz y eso es mucho mejor
Alto a las discriminaciones, respetemos las diferencias

La paz no tiene necesidad de Héroes ni de Mártires
Sino de los actos de todos los días para mayor armonía
Marchemos por la paz que eso es mucho mejor

Todos los combates « Contra »
No han hecho sino reforzar
Ese contra el cual estaban dirigidos
Combates contra las drogas la depravación
La prostitución, la corrupción
E incluso contra la pobreza,
Dirijamos más bien combates « Para »
Para hacer progresar a la humanidad
Marchemos por la paz que eso es mucho mejor


Werewere Liking

viernes, 25 de julio de 2014

LOS MALOS

Cuando era niño y quería ser un héroe
todo era muy fácil.
En la tele
los comanches eran los malos
los alemanes eran los malos
y después
los rusos eran los malos.
Una muchacha rubia y sudafricana
me contó bajo la luna añil de un verano patagónico
que los blancos eran los malos
y su piel brillaba bajo el agua del lago
como un fuego blanco.
Un viejo de donosti me explicó
que los españoles eran los malos.
La hermana de otra muchacha
que trabajaba en nueva york
limpiando escaleras en las torres gemelas
sabía que los árabes eran los malos
y cuando cae una bomba en gaza
los palestinos no dudan de que los israelíes
son los malos.
Cuando me hice trotsquista
los estalinistas eran los malos
cuando robaba coches
los policías eran los malos
ahora que publico novelas
los que venden millones son los malos.
Sigo queriendo ser un héroe
pero por favor
que alguien me diga
antes de que sea demasiado tarde
dónde están quiénes son
y si es que existen
de verdad
los buenos.

Carlos Salem

miércoles, 23 de julio de 2014

Presentes

Llegamos aquí presurosas…
Hemos venido,
convocadas por un sueño.

Las mujeres
recorremos las plazas del mundo
desplegando palabras.

Hemos llegado de todas partes
unas tristes,
otras alegres,
algunas rotas.

Trazando arco iris
con nuestros colores de piel,
constelaciones
con nuestras miradas.

Nos encontramos
proclamando la soberanía de nuestros cuerpos,
defendiendo la libertad de nuestros pasos.

Haciendo resonar nuestra voz.
de continente a continente.

Transgrediendo mandatos,
construyendo metáforas amables
con la fuerza de nuestros deseos.

Enlazándonos,
más allá de nuestra edad
y nuestras nacionalidades.
Acarreando esperanzas
en la desesperanza.

Tejiendo redes,
laboriosas arañas.

Construyendo ciudadanía
centímetro a centímetro.
Transformando la realidad
con nuestros caminares,
incursionando el viento
vestidas de cometas,
despeinadas de flores,
deliberadas,
presentes,
en esta marcha por la vida.


Guisela López


lunes, 21 de julio de 2014

ARTE POÉTICA

 
Mirar el río hecho de tiempo y agua
y recordar que el tiempo es otro río,
saber que nos perdemos como el río
y que los rostros pasan como el agua.
Sentir que la vigilia es otro sueño
que sueña no soñar y que la muerte
que teme nuestra carne es esa muerte
de cada noche, que se llama sueño.
Ver en el día o en el año un símbolo
de los días del hombre y de sus años,
convertir el ultraje de los años
en una música, un rumor y un símbolo,
ver en la muerte el sueño, en el ocaso
un triste oro, tal es la poesía
que es inmortal y pobre. La poesía
vuelve como la aurora y el ocaso.
A veces en las tardes una cara
nos mira desde el fondo de un espejo;
el arte debe ser como ese espejo
que nos revela nuestra propia cara.
Cuentan que Ulises, harto de prodigios,
lloró de amor al divisar su Itaca
verde y humilde. El arte es esa Itaca
de verde eternidad, no de prodigios.

También es como el río interminable
que pasa y queda y es cristal de un mismo
Heráclito inconstante, que es el mismo 
y es otro, como el río interminable.

Jorge Luis Borges

sábado, 19 de julio de 2014

Si tú me abandonaras

Si tú me abandonaras te quedarías sin causa
como una fruta verde que se arrancó al manzano,
de noche soñarías que te mira mi mano
y de día, sin mi mano, serías sólo una pausa;

si yo te abandonara me quedaría sin sueño
como un mar que de pronto se quedó sin orillas,
me extendería buscándolas, con olas amarillas,
enormes, y no obstante yo sería muy pequeño;

porque tu obra soy yo, envejecer conmigo,
ser para mis rincones el único testigo,
ayudarme a vivir y a morir, compañera;


porque mi obra eres tú, arcilla pensativa:
mirarte día y noche, mirarte mientras viva;
en ti está mi mirada más vieja y verdadera.

Felix Grande

jueves, 17 de julio de 2014

Ciudad Encuentro

Quiero una ciudad
con ventanas abiertas.
Ciudad de amplias avenidas
donde transiten libremente
las pancartas de marzo,
los desfiles de mayo,
y las marchas de octubre.

Una ciudad con miradores
donde puedan anidar
los pájaros de invierno
y los encuentros de amor
hagan florecer las alamedas.

Una ciudad que celebre
carnaval de verano,
fiestas de otoño,
desfiles de primavera
–aunque en el país
no se marquen estaciones–.

Quiero una ciudad
vestida de domingo
con orquestas que toquen en los quioscos,
donde no haya que esperar la tercera edad
para bailar en los parques.

Una ciudad
sin embarazo infantil
ni pederastas,
donde las adolecentes
puedan arrojar besos
sin temer por su vida,
y los jóvenes
aprendan a comprometerse
con sus sentimientos.

Una ciudad amable con las mujeres,
gentil con sus transeúntes,
donde se pueda viajar en autobús.

Quiero una ciudad encuentro
–con anchas calles y árboles frondosos–
donde podamos salir a caminar,
compartir un helado,
enamorarnos,
mirar largamente

los celajes del atardecer...

Guisela López

martes, 15 de julio de 2014

Desnudo de mujer

Para ti nunca fui más que un pedazo
de mármol. Esculpiste en él mi cuerpo,
un cuerpo de mujer blanco y hermoso,
en el que nunca viste más que piedra
y el orgullo, eso sí, de tu trabajo.
jamás imaginaste que te amaba
y que me estremecía cuando, dulce,
moldeabas mis senos y mis hombros,
o alisabas mis muslos y mi vientre.
Hoy estoy en un parque, donde sufro
los rigores del frío en el invierno,
y en verano me abraso de tal modo
que ni siquiera los gorriones vienen
a posarse en mis manos porque queman.
Pero, de todo, lo que más me duele
es bajar la cabeza y ver la placa:
«Desnudo de mujer», como otras muchas.
Ni de ponerme un nombre te acordaste.


Amalia Bautista

domingo, 13 de julio de 2014

Vamos a hacer limpieza

Vamos a hacer limpieza general
y vamos a tirar todas las cosas
que no nos sirven para nada, esas
cosas que ya no utilizamos, esas
otras que no hacen más que coger polvo,
las que evitamos encontrarnos porque
nos traen los recuerdos más amargos,
las que nos hacen daño, ocupan sitio
o no quisimos nunca tener cerca.
Vamos a hacer limpieza general
o, mejor todavía, una mudanza
que nos permita abandonar las cosas
sin tocarlas siquiera, sin mancharnos,
dejándolas donde han estado siempre;
vamos a irnos nosotros, vida mía,
para empezar a acumular de nuevo.
O vamos a prenderle fuego a todo
y a quedarnos en paz, con esa imagen
de las brasas del mundo ante los ojos
y con el corazón deshabitado.  

Amalia Bautista

viernes, 11 de julio de 2014

¿Quién?

¿Quién pedirá?

Por el indio milenario que dormita en las esquinas
y  por el negro que no sabe su apellido.

Por los mineros enterrados en el fondo de las minas
y los labriegos que cultivan las orillas del camino.

Por el obrero que enriquece su miseria.

¿Quién pedirá?

Por la mujer que vende el alma para salvar el cuerpo
y por el niño que cuelga de la falda de la madre.

Por el anciano que muere en un rincón.

¿Quién pedirá?

Por el soldado que asesina a sus hermanos
y el gobierno que le ordena asesinarlos.

Por las bombas que matan en lugar equivocado.

¿Quién pedirá por mí
y las ansias de justicia?


Miguel Crispín Sotomayor


miércoles, 9 de julio de 2014

Cada poema

Cada poema un pájaro que huye
del sitio señalado por la plaga.
Cada poema un traje de la muerte
por las calles y plazas inundadas
en la cera letal de los vencidos.
Cada poema un paso hacia la muerte,
una falsa moneda de rescate,
un tiro al blanco en medio de la noche
horadando los puentes sobre el río,
cuyas dormidas aguas viajan
de la vieja ciudad hacia los campos
donde el día prepara sus hogueras.
Cada poema un tacto yerto
del que yace en la losa de las clínicas,
un ávido anzuelo que recorre
el limo blando de las sepulturas.
Cada poema un lento naufragio del deseo,
un crujir de los mátiles y jarcias
que sostienen el peso de la vida.
Cada poema un estruendo de lienzos que derrumban
sobre el rugir helado de las aguas
el albo aparejo del velamen.
Cada poema invadiendo y desgarrando
la amarga telaraña del hastío.
Cada poema nace de un ciego centinela
que grita al hondo hueco de la noche
el santo y seña de su desventura.
Agua de sueño, fuente de ceniza,
piedra porosa de los mataderos,
madera en sombra de las siemprevivas,
metal que dobla por los condenados,
aceite funeral de doble filo,
cotidiano sudario del poeta,
cada poema esparce sobre el mundo
el agrio cereal de la agonía.  

lunes, 7 de julio de 2014

Al otro lado

Al otro lado me dijeron
los viejos se van convirtiendo en árboles
viejos también sin hojas en el lado del sol
aguardando sin saber qué, mudos.

Pero súbitamente un árbol cualquiera
siente subir dentro de él la savia de un sueño
al borde de la muerte ya, pero todavía
tibio como la leche de la madre.

El sueño va subiendo por las venas del árbol
una vida entera que pasa
hasta hacerse pájaro en una rama
un pájaro que recuerda, canta y se marcha
poco antes de que todos los árboles mueran.

Si yo me hago árbol viejo al otro lado del río
y me toca ser el árbol que recuerda y sueña
puedes estar bien segura que soñaré contigo

con tus ojos grises como el alba
y con tu sonrisa
con la cual se vistieron los labios de los rosales
en los días más felices.

Álvaro Cunqueiro

martes, 1 de julio de 2014

Nadie sabe



Abre tus ojos anchos al asombro
cada mañana nueva y acompasa
en místico silencio tu latido
porque un día comienza su voluta
y nadie sabe nada de los días
que se nos dan y luego se deshacen
en polvo y sombra. Nadie sabe nada.

Pisa la tierra. Vierte la simiente.
Coge la flor y el fruto. Sin palabras.
Pues nadie sabe nada de la tierra
muda y fecunda que, en silencio, brota,
y nadie sabe nada de las flores
ni de los frutos ebrios de dulzura.

Mira la llamarada de los árboles
irguiéndose en lo azul. Contempla, toca
la piedra inmóvil de alma intraducible
y el agua sin contornos que camina
por sus trazados cauces ignorándolos.
Sueña sobre ellos. Sueña. Sin decirlo.
Pues nadie sabe nada de los árboles
ni de la piedra ni del agua en fuga.

Mira las aves, altas, desprendidas,
rayando el sol a golpe de sus alas.
Toma del aire el trino y el gorjeo,
pero no quieras traducir su ritmo,
pues nadie sabe nada de los pájaros.
Mira la estrella. Vuela hasta su altura.
Toma su luz y enciéndete la frente,
pero no inquieras su remoto arcano
pues nadie sabe nada de la estrella.

Besa los labios y los ojos. Goza
la carne del amante sazonada
secretamente para ti. Acomete
con decisión humilde la tarea
del imperioso instinto. Crece y ama.
Mas nada digas del tremendo rito
pues nadie sabe nada de los besos,
ni del amor ni del placer ni entiende
la ruda sacudida que nos pone
el hijo concluido entre los brazos.

Clama sin gritos. Llora sin estruendo.
Cierra las fauces del dolor oscuro,
pues nadie sabe nada de las lágrimas.

Vete a hurtadillas con discreto paso.
Traspasa quedamente la frontera,
pues nadie sabe nada de la muerte.

 Ángela Figuera Aymerich

domingo, 29 de junio de 2014

Mujer de barro



Mujer de barro soy, mujer de barro:
pero el amor me floreció el regazo.

Mujer
¡Cuán vanamente, cuán ligeramente
me llamaron poetas, flor; perfume!

Flor; no: florezco. Exhalo sin mudarme.
Me entregan la simiente: doy el fruto.
El agua corre en mí: no soy el agua.
Árboles de la orilla, dulcemente
los acojo y reflejo: no soy árbol.
Ave que vuela, no: seguro nido.

Cauce propicio, cálido camino
para el fluir eterno de la especie.

 Ángela Figuera Aymerich

viernes, 27 de junio de 2014

La vida en serio

Ahora he descubierto el sol, los perros y las mentiras.
La vida es más lógica, no he dicho mejor, sino más lógica.
Cierro los ojos y tomo sol, juego con un perro tan vulgar
que es imposible sentirse separada de él y miento.
Eso me obliga por las noches a sacarme los zapatos
como quien se desnuda,
a caminar descalza por mi casa,
a llorar a solas cada tanto.
Ahora miro a una mujer ni linda ni fea,
pienso que la pequeña vida continúa
y que todo dolor importante tiene testigos,
aunque sean un perro, el sol o las mentiras.


Juana Bignozzi

lunes, 23 de junio de 2014

Salió como pudo, a rastras.

Salió como pudo, a rastras.
Tosió, se sacudió la ropa.
Miró alrededor.
Se limpió las pestañas del polvo.
Se limpió la lágrima.
Se olvidó de mirar atrás
donde estaban ellos.
Se palpó la cabeza
para saberse vivo.
la rodilla con un corte
n o tan profundo como el del alma.
En las manos, aún,
conservaba la tiza
con la que antes
había dibujado un barco
al borde de la playa.
Miró alrededor
buscando una pared en pie
para seguir dibujando el puente.
En medio de la nada lisa
sólo encontró aquella superficie
y escribió su nombre
y el de su hermano
en el vientre de un obús.


Begoña Abad

sábado, 21 de junio de 2014

La vida es un traje a medida

La vida es un traje a medida,
una funda en la que cabe todo,
un siniestro disfraz, un disparate.

Es un molesto tejido que a veces incomoda,
un amuleto inútil,
una quebrada pata a la que estás atado,
una ligera liebre que se escapa.
Es un estrecho paso, un paso a nivel,
una cuesta que cuesta, por la que luego rodaremos.
Una barrera a lo innombrable
un tragaluz a lo eterno.
Una excusa para amar, un deseo de ser amado.
Algo externo que nadie soluciona,
algo de lo que nadie se hace responsable nunca.
Un peligroso animal agonizante,
un requiebro, un regalo, un traje inacabado.
Un tren en marcha, una marcha en tren.
Un polvo agotador, una censura,
un deseo carnal, un delicado imán,
un tesoro encontrado en la basura.
Una medida del tiempo sin medida,
una pirueta asombrosa, inesperada,
un todo que, sin embargo,
se nos escapa siempre hacia la nada.

Begoña Abad






jueves, 19 de junio de 2014

Temo la herida abierta

Temo la herida abierta
la palabra abierta la culpa
temo como me enseñaron a temer: con todo el cuerpo
sin descanso
y ni siquiera el canto basta para limpiar la carcoma
el egoísmo
la caída vertical sobre los hombros
la noche abierta ardiendo en su fulgor.

No hay incendios en mis calles

y sin embargo, yo, mujer de plagas y edificios,
conozco la calma de las bombas
la falsa piedad del hombre armado de memoria.

Veinticuatro animales asoman temerosos de mis manos

ofrecen mi cuerpo en dócil sacrificio
abren la ruina en oscura confesión
y es en la apertura, en la hiriente locura de la entrega,
cuando el débil andamiaje de mis ramas cae
y toda palabra es terco pavor enmudecido.

Yo no canto a la flaqueza

ni al aire despejado de la huida
pero es el refugio de mis huesos este silencio sin carne
este cadáver insistente
que yace detrás de la luz.

Ante la memoria del hombre

nada poseo nada me pertenece
si acaso el silencio la llaga
la honda precipitación en la vergüenza.

      

Bárbara Butra
gueño

martes, 17 de junio de 2014

Las manos de mi padre

Mientras vareamos las almendras,
todos tenemos calor,
pero yo siento cómo el sol se va adentrando en mi cabeza
trato de buscar un poco de aire desprendido de alguna rama,

no lo hay.

Tan solo puedo ver las manos de mi padre
sujetando su vara de madera maciza
y siento más calor
y una sed insaciable que me devora por dentro.
Mi padre suelta la vara
y sus manos desaparecen de mi vista;
puedo sentirlas sobre mi rostro
mientras pronuncia mi nombre
y trato con todas mis fuerzas
de abrir los ojos para verlas de nuevo.

Ahí están:

esas manos fuertes,

miniatura de lo que fueron,

intento ver debilidad en ellas,

no la encuentro.

Paula Ensenyat





viernes, 13 de junio de 2014

Cuando los grandes árboles caen

Cuando los grandes árboles caen,
las rocas en distantes colinas tiemblan,
los leones se agachan
detrás de los altos pastos
e incluso los elefantes
buscan con torpeza estar a resguardo.

Cuando los grandes árboles caen
en los bosques,
las pequeñas cosas se tapan de silencio,
sus sentidos
quedan desgastados más allá del miedo.

Cuando las grandes almas mueren,
el aire a nuestro alrededor se vuelve
ligero, raro, estéril.
Respiramos apenas.
Nuestros ojos apenas
ven con
una claridad que duele.
Nuestra memoria, de pronto agudizada,
examina,
rumia en las palabras bondadosas
no dichas,
los prometidos paseos
que no dimos.

Las grandes almas mueren y
nuestra realidad, pegada
a ellas, también se retira.
Nuestras almas,
dependientes de su
alimento,
ahora se encogen y marchitan.
Nuestras mentes, formadas
e informadas
por su brillo,
se abandonan.
No nos volvemos locos
más bien nos reducimos a una ignorancia indecible
de oscuras y frías
cuevas.

Y cuando las grandes almas mueren,
después de un tiempo la paz florece,
lentamente y siempre
con irregularidad. Los espacios se llenan
con una especie de
confortante vibración eléctrica.
Nuestros sentidos, restaurados, nunca
los mismos otra vez, nos susurran.
Existieron. Ellos existieron.
Podemos ser. Ser y ser
mejores. Porque ellos existieron.

Maya Angelou

Memoria


Estoy aquí, en la casa, a solas.
Aquí están los muebles, el aire, los ruidos.
Tengo un sentimiento tan transparente
como el vidrio de una ventana.
Es como la ventana en que miraba la nieve al amanecer,
hace muchos años, cuando era niño.,
y pegaba la cara contra el cristal y comprendía toda la vida.
Es un deseo en calma, como la tarde.
Es estar como están todas las cosas.
Tener mi sitio como todo lo que está en la casa.
Perdurar el tiempo que sea, como las cosas.
No ser más ni mejor que ellas.
Sólo ser, en medio de la mi vida,
parte del silencio de todas las cosas.

CARLOS MONTEMAYOR

martes, 22 de abril de 2014

Lluvia



hoy llueve mucho, mucho,
y pareciera que están lavando el mundo.
mi vecino de al lado mira la lluvia
y piensa escribir una carta de amor/
una carta a la mujer que vive con él
y le cocina y le lava la ropa y hace el amor con él
y se parece a su sombra/
mi vecino nunca le dice palabras de amor a la mujer/
entra a la casa por la ventana y no por la puerta/
por una puerta se entra a muchos sitios/
al trabajo, al cuartel, a la cárcel,
a todos los edificios del mundo/
pero no al mundo/
ni a una mujer/ni al alma/
es decir/a ese cajón o nave o lluvia que llamamos así/
como hoy/que llueve mucho
y me cuesta escribir la palabra amor/
porque el amor es una cosa y la palabra amor es otra cosa/
y sólo el alma sabe dónde las dos se encuentran/
y cuándo/y cómo/
pero el alma qué puede explicar/
por eso mi vecino tiene tormentas en la boca/
palabras que naufragan/
palabras que no saben que hay sol porque nacen y mueren la
misma noche en que amó/
y dejan cartas en el pensamiento que él nunca escribirá/
como el silencio que hay entre dos rosas/
o como yo/que escribo palabras para volver
a mi vecino que mira la lluvia/
a la lluvia/
a mi corazón desterrado/

Juan Gelman


domingo, 20 de abril de 2014

en la frontera mexicana


Y en la frontera mexicana,
Alguien ha arrancado a través de una valla
Tela metálica de refuerzo
Con cizallas,
Erigió una hamaca
Suspendiéndola
Entre dos pilares de hormigón
dela cerca.
Después balanceándose suavemente hacia atrás y hacia delante,
Desde Texas hasta México y luego
Desde México a Texas,
Ellos se duermen;despectivamente
De los guardias de seguridad
Patrullas de esta de marcación artificial-
Pues, érase una vez,
Texas fue México
Y Texas noexistía.
Cuando Eugene Debs fue encarcelado
Por la objeción de conciencia en la Primera Guerra Mundial
Él dijo,el 11 de septiembrede 1915,
"No tengo un país por el cual luchar
Mi país esl a tierra
Soy un ciudadano del mundo’”.


Heathcote Williams

viernes, 18 de abril de 2014

El Otro País




Son las mismas marcas en los mismos productos
son las mismas señas en las mismas señales.
Es el mismo habla en las mismas habladurías
es el mismo asfalto, en distintas calles
con los mismos nombres.
Pero aquí no hubo trolebuses, ni tranvías,
ni mucho menos adoquines.
Sin embargo a pesar de la distancia
siempre dijeron que las leyes y derechos
eran los mismos
que teníamos los mismos colores y monedas
y que por eso nos descontaban la misma
deuda externa




Roberto Goijman

miércoles, 16 de abril de 2014

Mi abuelo



Mi abuelo no salió de su pueblo.
El pueblo tenía cuatro casas,
cuatro calles, cuatro caminos,
cuatro vecinos, cuatro perros.
No había en él ni obispos, ni ministros,
ni putas, ni altos cargos,
no había empresas, ni banca, ni iglesia había.
En realidad no salió nunca de su molino.
Ya es casualidad que por aquel lugar,
remoto y olvidado,
acertara a pasar la vida.
Mi abuelo hablaba poco, pero sabía mucho,
todo lo aprendió mirando la muela
que, implacable, con el mismo eterno movimiento,
machacaba siempre el grano, hasta hacerlo polvo.  


Begoña Abad

lunes, 14 de abril de 2014

EL AVARO


Es un ser ominoso
que cuenta sus billetes igual que si arrancara
pétalos de la flor de la avaricia.

Tú también lo conoces.

El dinero
vive en su corazón como el musgo en la roca
y es su llave,
su cruz
y su destino.

Para él una moneda es una escama
del pez de la fortuna
y en sus ojos
se lee la codicia
lo mismo que en el hielo se hace visible el frío.

Ya sabes de quién hablo.

Adonde va
lo siguen cifras rojas o azules
–tatuajes,
satélites,
arpones–
y una verdad cruel:
nada tiene valor, si todo tiene un precio;
nadie te va a engañar si nadie está contigo.

No sospecha que a veces cava también su tumba
el que entierra un tesoro.
No sabe que sus números son como mis palabras:
la piel que va a dejar entre las sombras
la serpiente amarilla del olvido.

Tú sabes de quién hablo:
tú eres ese infeliz.

Benjamín Prado














sábado, 12 de abril de 2014

jueves, 10 de abril de 2014

BLUES DEL AMO



Va a hacer diecinueve años
que trabajo para un amo.
Hace diecinueve años que me da la comida
y todavía no he visto su rostro.

No he visto al amo en diecinueve años
pero todos los días yo me miro a mí mismo
y ya voy sabiendo poco a poco
cómo es el rostro del amo.

Va a hacer diecinueve años
que salgo de mi casa y hace frío
y luego entro en la suya y me pone una luz
amarilla encima de la cabeza
y todo el día escribo dieciséis
y mil y dos y ya no puedo más
y luego salgo al aire y es de noche
y vuelvo a casa y no puedo vivir.

Cuando vea a mi amo le preguntaré
lo que son mil y dieciséis
y por qué me pone una luz encima de la cabeza.

Cuando esté un día delante de mi amo,
veré su rostro, miraré en su rostro
hasta borrarlo de él y de mí mismo.  

Antonio Gamoneda

martes, 8 de abril de 2014

El don de la tristeza


El latido que media
entre decir o no decir te quiero.
Los nexos invisibles que nos atan
a una forma de olvido, a unas piernas,
al nombre que se inscribe en una lápida.
Se amontonan facturas, planos enmohecidos
de ciudades deshechas,
fetiches que nos miran
con la tristeza mansa de saber que son humo,
las víctimas perfectas
de nuestra rendición o desconcierto.

El latido que media
entre el que salta y el que no, la vida
que estalla en las burbujas
del agua que calientas para el té de las cinco.
El modo en que la luz dibuja puentes,
detonaciones sordas,
el caligrama absurdo de todos estos años.

Es tentador pensar que no sirvió de nada,
pero está la tristeza,
su extraño don,
esta manera imbécil de amar el mundo, todo
lo que sabes inútil
y no quieres perder
y perderás.

La tristeza que todo amor precisa
para ser de verdad y para siempre.    

Javier Cánaves

domingo, 6 de abril de 2014

Longe de mim em mim existo


Longe de mim em mim existo
A parte de quem sou,
A sombra e o movimento em que consisto.



Lejos de mí en mí existo
La parte de quien soy
La sombra y el movimiento en que consisto.


Fernando Pessoa

viernes, 4 de abril de 2014

Dá-nos a Tua paz


Dá-nos a Tua paz,
Deus Cristão falso, mas consolador, porque todos
Nascem para a emoção rezada a ti;
Deus anti-científico mas que a nossa mãe ensina;
Deus absurdo da verdade absurda, mas que tem a verdade das lágrimas
Nas horas de fraqueza em que sentimos que passamos
Como o fumo e a nuvem, mas a emoção não o quer,
Como o rasto na terra, mas a alma é sensível...

Dá-nos a Tua paz, ainda que não existisses nunca,
A Tua paz no mundo que julgas Teu,
A Tua paz impossível tão possível à Terra,
À grande mãe pagã, cristã em nós a esta hora
E que deve ser humana em tudo quanto é humano em nós.

Dá-nos a paz como uma brisa saindo
Ou a chuva para a qual há preces nas províncias,
E chove por leis naturais tranquilizadoramente.

Dá-nos a paz, porque por ela siga, e regresse
O nosso espírito cansado ao quarto de arrumações e coser
Onde ao canto está o berço inútil, mas não a mãe que embala,
Onde na cómoda velha está a roupa da infância, despida
Com o poder iludir a vida com o sonho...

Dá-nos a tua paz.
O mundo é incerto e confuso,
O pensamento não chega a parte nenhuma da Terra,
O braço não alcança mais do que a mão pode conter,
O olhar não atravessa os muros da sombra,
O coração não sabe desejar o que deseja
A vida erra constantemente o caminho para a Vida.
Dá-nos, Senhor, a paz, Cristo ou Buda que sejas,
Dá-nos a paz e admite
Nos vales esquecidos dos pastores ignotos
Nos píncaros de gelo dos eremitas perdidos,
Nas ruas transversais dos bairros afastados das cidades,
A paz que é dos que não conhecem e esquecem sem querer.

Materna paz que adormeça a terra,
Dormente à lareira sem filosofias,
Memória dos contos de fadas sem a vida lá fora,
A canção do berço revivida através do menino sem futuro,
O calor, a ama, o menino,
O menino que se vai deitar
E o sentido inútil da vida,
O coveiro antigo das coisas,
A dor sem fundo da terra, dos homens, dos destinos
Do mundo...
 
Álvaro Campos (Fernando Pessoa)

Danos Tu paz,
Dios cristiano falso pero consolador, porque todos
nacen hacia la emoción rezada a ti;
Dios anti-científico, pero enseñado por nuestra madre;
Dios absurdo de la absurda verdad, pero poseedor de la verdad de las lágrimas
en las horas de debilidad en que sentimos que pasamos
como el humo y la nube, aunque la emoción no lo quiera,
como la huella en la tierra, aunque el alma es sensible...

Danos Tu paz, aunque nunca existieses,
Tu paz en el mundo que crees Tuyo,
Tu imposible paz tan posible en la Tierra,
en la gran madre pagana, cristiana en nosotros a esta hora
y que ha de ser humana en todo cuanto es humano en nosotros.

Danos la paz como una brisa que brota
o la lluvia por la que se hacen plegarias en los campos,
y llueve por leyes naturales, tranquilizadoramente.

Danos la paz, para que por ella siga y regrese
nuestro espíritu cansado al cuarto del rebujo y la costura
donde en una esquina está la inútil cuna, pero no la madre que arrulla,
donde en la cómoda vieja está la ropa de infancia, desnuda
del poder burlar la vida con el sueño...

Danos tu paz.
El mundo es incierto y confuso,
el pensamiento no llega a parte alguna de la Tierra,
el brazo no alcanza más de lo que la mano puede contener,
la mirada no atraviesa los muros de la sombra,
el corazón no sabe desear lo que desea,
la vida yerra constantemente el camino hacia la Vida.
Danos, Señor, la paz, seas Cristo o Buda,
Danos la paz y admite
en los valles olvidados por los pastores ignotos,
en las cumbres de hielo de los eremitas perdidos,
en las callejuelas oblicuas de los barrios apartados de las ciudades,
la paz que es de quienes no conocen y olvidan sin querer.

Materna paz que adormezca la tierra,
durmiente en el hogar sin filosofías,
recuerdo de los cuentos de hadas sin la vida allá fuera,
la canción de cuna revivida a través del niño sin futuro,
el calor, la nana, el niño,
el niño que se va a acostar
y el sentido inútil de la vida,
el antiguo sepulturero de las cosas,
el dolor sin fondo de la tierra, de los hombres, de los destinos,
del mundo...

lunes, 31 de marzo de 2014

Porque el hombre es un árbol en las dehesas




Porque el hombre es un árbol en las dehesas.
Así como el hombre crece, crece el árbol
y tal como se tala un árbol, se tala a un hombre.
Y yo no sé
ni dónde estuve ni dónde estaré.
Como un árbol en las dehesas.

Porque el hombre es un árbol en las dehesas.
Como un árbol anhela las alturas
como hombre arde en el fuego.
Y yo no sé
ni dónde estuve ni dónde estaré.
Como un árbol en las dehesas.

Amé y también odié.
Probé de esto y de aquello.
Me enterraron como si fuese polvo
y en mi boca permanece un amargo muy amargo.
Como un árbol en las dehesas.

Porque el hombre es un árbol en las dehesas.
Tal como el árbol él tiene sed de agua
y como el hombre también queda con sed.
Y yo no sé
dónde estuve ni dónde estaré.
Como un árbol en las dehesas.

Natan Zach

viernes, 28 de marzo de 2014

La cita de su vida



El lunes sueña con la cita. El martes se entusiasma pensando que se acerca. El miércoles comienza el nerviosismo. El jueves es todo preparativos, revisa su vestuario, va a la peluquería. El viernes lo soporta como puede, sin salir de su casa. El sábado, por fin, se echa a la calle con el corazón rebosante. Durante toda la mañana de domingo llora sin consuelo. Cuando nota que vuelve a soñar, ya es lunes y hay trabajo.

Andrés Neuman

miércoles, 26 de marzo de 2014

No sé si te lo he dicho


No sé si te lo he dicho:
mi madre es pequeña
y tiene que ponerse de puntillas
para besarme.
Hace años yo me empinaba,
supongo, para robarle un beso.
Nos hemos pasado la vida
estirándonos y agachándonos
para buscar la medida exacta
donde poder querernos.

Begoña Abad


lunes, 24 de marzo de 2014

ORACIÓN POLOS PARVOS


Señor Dios ten piedá dos probes parvos
que non sabemos ren de xeometría
i embobados na música celeste
esquecemos a fórmula
do binomio de Newton.

Imos andando a trancas e barrancas
adprendendo as cousas tristemente
por iste mundo adiante que fixeches
en sete días só, según os libros.

Eu son un pouco parvo, ben comprendo.
Nunca poiden saber para qué sirven
moitas cousas escuras que consintes.
Humildemente quixen preguntar
preguntas pequeniñas coma seixos
sobre os grilos que cantan incansábeles
e os amores dos peixes,
pero sempre chegaban unhos homes
carregados de textos
e mazacotes grises sapientísimos,
con datas rigurosas, datos certos,
horríbelmente certos, abafantes.
Mais ninguén me decía dos paxaros,
dos cávados, das froles, e desas nubes
que pousaches, Señor, sobre o meu teito.

Perdónaos, Señor, tanta parveza
e ten piedá de nós, dos probes parvos
que andamos os camiños das estrelas
cos ollos alcendidos
na bebedeira tépeda das fábulas.

E cando chegue a hora do Xuicio
á túa veira lévanos cos nenos,
cos santos inocentes, cos velliños,
e déixanos seguir ollando ao ceo,
modelando no vento doces soños,
como Ti fas, Señor, dende o Principio.

Celso Emilio Ferrereiro


sábado, 22 de marzo de 2014

MANDAMIENTO



Amar a cada uno por su nombre
en un idioma impar, íntimo código
en el que cada sílaba sea un mimo.

Amar a cada cual por la manera
intrépida o celosa de apretar
el paso en la borrasca y por el cúmulo
de discapacidades que lo azoran.

Amar a cada prójimo en su fe
por la ráfaga débil que lo surca

por sus contradicciones, sus bostezos
y el temblor de sus piernas entumecidas.

Amar a contrapelo, amar a ciegas,
celebrar que tendemos hacia el otro
el pulso, sin que nadie nos lo mande.

Juan Antonio Bermúdez  

jueves, 20 de marzo de 2014

MARINA HABLA CON ÁRBOLES


Marina habla con árboles, entiende
su alta edad, el estremecimiento
del verano en sus hojas. Por su espina dorsal,
como a esa rama tierna, recién
brotada, asciende
este coro danzante, sonajero del viento,
que le canta al oído.

La estoy viendo ofrecer su inocencia sin traba,
sonreír, explorar
un lenguaje preciso, de raíces
secretas, que no tiene alfabeto  —y es ya esta palpitación
del mundo, respirándome a fondo–.
Pecho alado y en paz,
criatura tan dentro
como un cielo de agosto, hacia arriba, en lo alto,
donde canta la vida, donde la vida es
bella aún.

Marina habla con árboles
–me dices–, aunque tenga 3 meses.
Aunque algunos no escuchen, porque sólo
sonríe, porque no sabe hablar.


Adolfo Cueto  

martes, 18 de marzo de 2014

PÁJAROS




os entiendo perfectamente
enigmáticos pájaros libres
que trináis antes de la madrugada

me indicáis el camino
me decís
vamos, ¿a qué esperas? largate. escapa.

pero vosotros no me entendéis a mí
no comprendéis que yo soy un animal doméstico

que perecería fuera de mi jaula


PATRICIO RASCÓN  

domingo, 16 de marzo de 2014

NUBLO


Parece el bullicio de una fiesta
o de un acto político.
En medio de la algazara,
una mujer joven camina
con su hijo de tres años.

La madre y el niño se transforman
en dos piedras firmes
sujetas al centro de un río
cuyas aguas son rostros
y cuerpos veloces.

Súbitamente,
la madre refleja sobre la cara de su hijo
la vejez de los viandantes.
Ve la rápida corriente de arrugas
que discurre hacia una piel tersa.

La mujer lleva de la mano el pozo que ha creado
y a él se asoma para contemplarse.


Francisco Javier Irazoki

viernes, 14 de marzo de 2014

Los sueños de mi padre


Los sueños de mi padre se han cumplido,
morirá feliz y atado a sus árboles y su barbecho,
volviendo a casa en su mula,
dormido en el sofá frente un documental de bichos en La 2.
Habrá arena en sus botas
unas humildes botas de mercadillo
de las que guarda tres pares nuevos e idénticos.

Morirán muchas cosas, grandes trozos de nosotros,
cuando la muerte se vista con él.

Mi madre lo mantendrá vivo
mientras se repitan, iguales,
las nieves, las flores, las cosechas.

Antonio Orihuela

miércoles, 12 de marzo de 2014

¿Qué haremos?


Qué haremos los que nunca
saldremos en portadas de lujo,
los que gastamos sólo calderilla
y los que no atamos los versos
en líricas reales octavillas.
Los que no compramos más obra
que la del pintor sin corte
y los que leemos la prensa gratuita.
Los que nunca fuimos a París,
ni sabemos lo que es volar en business
porque somos turistas de bajo coste.

Qué haremos los que nunca tendremos
una foto con el rey o el ministro
los que no conoce ni cristo
porque trabajamos a turnos
o a destajo, en la obra de vivir
sin esperar más lujo
que hacerlo a pierna suelta.

Qué haremos los que creemos
que vivir es posible sin explotar a nadie
y que no hay más ganancia
que la de reconocernos siempre
cuando miremos al otro.

Qué haremos los que nunca
justificamos la guerra
aunque pongan banderas
en nuestro territorio.

Qué haremos los idiotas
que aún tenemos fe
en la naturaleza humana
contra los tiburones y las alimañas
que habitan la tierra
y los que abrimos puertas
en cada esquina
y dejamos la ventana abierta
como en noche de reyes,
cada día del año, sin zapatos, sin carta,
sólo por el placer de la espera.



BEGOÑA ABAD

lunes, 10 de marzo de 2014

Vuestras manos


Vuestras manos:
que tiraron de una mula
que recogieron la leña
y que curaron heridas
que remendaron sus ropas
que pusieron inyecciones
y que pagaron facturas
que firmaron hipotecas
que removieron las gachas
y levantaron del suelo
a los hijos, que perdieron
guerras y se retorcieron
a causa de la artrosis.

Vuestras manos:
que debieron entender
tan poco de este mundo
que ya no las necesitaba.

A veces las veo en otros
como si fueran un préstamo
como si no se resignaran
a dejar de ser ya útiles.

Vuestras manos:
algún día colgarán
de mis brazos.



Ana Pérez Cañamares.

domingo, 9 de marzo de 2014

Postal cariñosa



Me asomo a la baranda
y desde allí
con un sol tan benévolo que parece una tregua,
veo cómo pasean los hombres y mujeres,
veo cómo se besan,
se cogen de la mano
y juegan con sus hijos en la arena,
les enseñan los colores del mar,
el olor que remolcan las olas
y, por un instante,
todo parece tan sencillo...
Como si vivir tan sólo consistiese
en amar y enseñarnos
lo hermoso que puede ser el mundo.

INMA LUNA

viernes, 7 de marzo de 2014

DEDICATORIA




Más allá de donde
aún se esconde la vida, queda
un reino, queda cultivar
como un rey su agonía,
hacer florecer como un reino
la sucia flor de la agonía:
yo que todo lo prostituí, aún puedo
prostituir mi muerte y hacer
de mi cadáver el último poema.

Leopoldo María Panero

martes, 4 de marzo de 2014

BASHO




El estanque antiguo,
ninguna rana.
El poeta escribe con su bastón en la superficie.
Hace cuatro siglos que tiembla el agua.


José Watanabe

domingo, 2 de marzo de 2014

Vaivén


El mar mantiene su vaivén
variable, e invariable.
Miro las aguas espumosas
y luego transparentes,
suben y bajan en la playa,
se estrellan en las rocas.
En apariencia son uniformes
en su movimiento,
pero la diversidad reina
en todos sus gestos.
Francisco Gálvez

viernes, 28 de febrero de 2014

Signos en el polvo


Como el dedo que pasa
sobre la superficie polvorienta
del mueble abandonado y deja un surco
brillante que acentúa la tristeza
de lo que ya está al margen de la vida,
de lo que sigue vivo y ya no puede
participar de nuevo, ni aun con esa
pasiva y tan sencilla
manera de estar limpio allí, dispuesto
a servir para algo; como el dedo
que traza un vago signo, ajeno a todo
significado, sólo
llevado por la inercia del impulso
gratuito y que deja
constancia así en el polvo de un inútil
acto de voluntad, así, con esa
dejadez, inconsciencia casi, siento
que alguien me pasa por la vida, alguien
que, mientras piensa en otra cosa, traza
conmigo un surco, se entretiene
en dibujar un signo incomprensible
que el tiempo borrará calladamente,             
que recuperará de nuevo el polvo
aún antes de que pueda interpretarse
su cifrado sentido, si es que tuvo
sentido, si es que tuvo
razón de ser tan pasajera huella.
Rafael Guillén 
 
 
 

lunes, 24 de febrero de 2014

VERDAD ES


Cada día
me acerco más a mi esqueleto.
Se está asomando con razón.
Lo metí en buenas y en feas sin preguntarle nada,
él siempre preguntándome, sin ver
cómo era la dicha o la desdicha,
sin quejarse, sin
distancias efímeras de mí.
Ahora que otea casi
el aire alrededor,
qué pensará la clavícula rota,
joya espléndida, rodillas
que arrastré sobre piedras
entre perdones falsos, etcétera.
Esqueleto saqueado, pronto
no estorbará tu vista ninguna veleidad.
Aguantarás el universo desnudo.

Juan Gelman

sábado, 22 de febrero de 2014

jueves, 20 de febrero de 2014

NATURALEZA PERENNE


Todo

árbol
es
una
corteza
profunda
arraigada
al centro
y origen
del mundo,

una

teología
que se esconde
en el paisaje.



Ezequiel Ambrustolo

martes, 18 de febrero de 2014

SOMOS HUÉSPEDES DESCONOCIDOS



Somos huéspedes desconocidos
en la casa del mundo
el mar la ola el escollo
el navegante descubriendo
la ausencia de boyas

somos el ojo que ve el ojo
y la visión que nos borra
somos aquello que miramos
en el fondo de los ojos
y que sabe que somos

somos lo único y el número
la cosa y su contrario
la multiplicación de lo visible
el ojo abierto sobre lo invisible

somos la sombra de la sombra
que entre la oscura claridad del sueño dormita

somos la huella sobre la arena
somos cada letra del alfabeto

somos el oráculo y el homenaje
la máscara suspendida en el árbol
el templo y el objeto ofrecido
a la luz muerta del templo

somos la pregunta
que no exige respuesta
somos la pregunta y la respuesta
ya que ellas no suman más que uno

somos el círculo
que se crea él mismo ad infinito
caminamos a grandes pasos en los dos sentidos
el calendario de los hombres
como una escala del horizonte
antes de ser invitados a franquear
de un salto el vacío que nos separa
de nuestro nacimiento

oscilando entre ebriedad y terror
somos eso que sabemos
y aquello que ignoramos
lloramos lágrimas de ámbar

somos la primera y la última palabra
la estrofa y el canto
y la boca que deseamos
aferrar a la cara del silencio

somos la mano insumisa
que traza el signo
el vértigo delante del abismo
abierto por el poema

cuando una palabra en nosotros duda ser dicha
alcanzamos la soledad más íntima
somos el paso y la marcha
el camino y la vía
y el último umbral que franquearemos
somos el lugar donde termina el mundo
aquel donde comienza.


Amina Saïd

domingo, 16 de febrero de 2014

SER COMO Tú FUISTE


Cuando todo me falta,
cuando todo me sobra,
escuchas mis gemidos
y pura permaneces
para que aprenda un día
a ser como tú fuiste.





NILA LÓPEZ

viernes, 14 de febrero de 2014

SI NO MIRAS ATRÁS





¿Quién dibujó tus manos?
¿Quién te dejó las huellas
de algún ayer remoto?
¿Quién inventó tu vida
llena de cuentos raros?
¿En dónde permaneces
si no miras atrás?

NILA LÓPEZ


miércoles, 12 de febrero de 2014

No dejes de cantar el árbol

  

No dejes de cantar el árbol.
El árbol es una columna de canciones que envejece creciendo.
El árbol lleva en sí la verdad de la llama.
El inmóvil ampara la verdad frágil del vuelo
y fabricó bandera a la verdad invisible del viento.
Si quieres conocer la verdad de los sueños ahogados
pregunta a la raíz que crece envejeciendo.
La verdad de la tierra se hace miel en los frutos
en las ramas se hamaca la verdad de los nidos.
En el tronco más quieto devana carretel el horizonte
y prepara la verdad de los viajes.
(La verdad de la sombra nació abrazada a un árbol)
Y en la médula ciega que irradia sus anillos
apoyaron los lechos la verdad de la muerte.
En ella la verdad del postrer aposento
- las cuatro tablas últimas -
paciente para ti secreta va creciendo.
En su liber oscuro escala de los zumos
la terrible verdad del cadalso madura.
Pregunta al árbol solo sobre los campos asesinados a metralla
el último regusto de la sangre.
Pregúntale. Es el árbol la única
silenciosa verdad que crece envejeciendo

Josefina Pla

lunes, 10 de febrero de 2014

EL OLVIDO



Encerradas en un invernadero,
bajo el cristal, las flores olvidan
que la luz del sol existe
y cómo temblaban bajo el rocío.


Konstantinos Kavafis 

sábado, 8 de febrero de 2014

NOSOTRAS, MUJERES PECADORAS -


Somos nosotras, mujeres pecadoras,
quienes no sentimos temor ante la
grandeza de aquellos, los señores de hábito.
Quienes no vendemos nuestras vidas,
quienes no inclinamos la cabeza,
ni juntamos nuestras manos en señal de devoción.
Somos nosotras, mujeres pecadoras;
mientras aquellos que venden la cosecha de nuestros cuerpos,
se exaltan, se vuelven distinguidos,
se convierten en simples príncipes del mundo material.
Somos nosotras, mujeres pecadoras,
quienes salimos levantando la bandera de la verdad
contra la barricada de mentiras esparcida sobre las avenidas;
quienes encuentran historias de persecución
apiladas en cada umbral,
quienes se dan cuenta que esas
lenguas que podrían hablar,
han sido cercenadas.
Somos nosotras, mujeres pecadoras.
Incluso si la noche nos persigue
estos ojos no habrán de apagarse.
No insistan en volver a levantar
la pared ya construida.
Somos nosotras, mujeres pecadoras,
quienes no sentimos temor ante la
grandeza de aquellos, los señores de hábito.
Quienes no vendemos nuestros cuerpos,
quienes no inclinamos la cabeza,
ni juntamos nuestras manos en señal de devoción.



Kishwar Naheed

jueves, 6 de febrero de 2014

Lo nuestro


Amamos lo que no conocemos, lo ya perdido.
El barrio que fue las orillas.
Los antiguos, que ya no pueden defraudarnos, porque son mito y esplendor.
Los seis volúmenes de Schopenhauer, que no acabaremos de leer.
El recuerdo, no la lectura, de la segunda parte del Quijote.
El oriente, que sin duda no existe para el afghano, el persa o el tártaro.
Nuestros mayores, con los que no podríamos conversar durante un cuarto de hora.
Las cambiantes formas de la memoria, que está hecha de olvido.
Los idiomas que apenas desciframos.
Algún verso latino o sajón, que no es otra cosa que un hábito.
Los amigos que no pueden faltarnos, porque se han muerto.
El ilimitado nombre de Shakespeare.
La mujer que está a nuestro lado y que es tan distinta.
El ajedrez y el álgebra, que no sé. 


J.L. BORGES

martes, 4 de febrero de 2014

El instante


¿Dónde estarán los siglos, dónde el sueño
de espadas que los tártaros soñaron,
dónde los fuertes muros que allanaron,
dónde el Árbol de Adán y el otro Leño?
El presente está solo. La memoria
erige el tiempo. Sucesión y engaño
es la rutina del reloj. El año
no es menos vano que la vana historia.
Entre el alba y la noche hay un abismo
de agonías, de luces, de cuidados;
el rostro que se mira en los gastados

espejos de la noche no es el mismo.
El hoy fugaz es tenue y es eterno;
otro Cielo no esperes, ni otro Infierno

J. L. Borges