domingo, 30 de noviembre de 2008

Mapamundi /1

El sistema:
Con una mano roba lo que con la otra presta.
Sus víctimas:
Cuanto más pagan, más deben.
Cuanto más reciben, menos tienen.
Cuanto más venden, menos cobran.

Eduardo Galeano

lunes, 24 de noviembre de 2008

LOS NADIE

Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadie con salir
de pobres,
que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a
cántaros la buena suerte;
pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca.
Ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los
nadie la llamen,
aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie
derecho,
o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadie: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadie: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre,
muriendo la vida, jodidos, rejodidos.
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la
prensa local.
Los nadie, que cuestan menos que la bala que los mata.

Eduardo Galeano

viernes, 21 de noviembre de 2008

LAVORO NERO, V

No es que ellos tensen la cuerda,

los nudos de hierro.

Sucede

...........que tú aflojas.

..............................Y aflojas.

Y no dejas de aflojar.




Y ellos la van recogiendo.

David Franco Monthie

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Desde abajo

Entonces nos colgaron de los pies, nos sacaron
la sangre por los ojos,
con un cuchillo
nos fueron marcando en el lomo, yo soy el número
25.033,
nos
pidieron
dulcemente,
casi al oído,
que gritáramos
viva no sé quién.

Lo demás
son estas piedras que nos tapan, el viento.

GONZALO ROJAS

martes, 18 de noviembre de 2008

NINGUNA PALABRA NUNCA...

Ninguna palabra nunca
ningún discurso
-ni Freud, ni Martí-
sirvió para detener la mano
la máquina
del torturador.
Pero cuando una palabra escrita
en el margen en la página en la pared
sirve para aliviar el dolor de un torturado,
la literatura tiene sentido.

Cristina Peri Rossi

domingo, 16 de noviembre de 2008

XXIII

Y vino un periodista de no sé dónde
a preguntarnos qué era para nosotros el exilio.
no sé de dónde era el periodista,
pero igual lo dejé pasar
El cuarto estaba húmedo estaba frío
hacía dos días que no comíamos bocado
sólo agua y pan
las cartas traían malas noticias del Otro Lado
“¿Qué es el exilio para usted?” me dijo
y me invitó con un cigarrillo
No contesto las cartas para no comprometer a mis parientes,
“A Pedro le reventaron los dos ojos
antes de matarlo a golpes, antes,
sólo un poco antes”
“Me gustaría que me dijera qué es el exilio para usted”
“A Alicia la violaron cinco veces
y luego se la dejaron a los perros”
Bien entrenados,
los perros de los militares
fuertes animales
comen todos los días
fornican todos los días,
con bellas muchachas con bellas mujeres,
la culpa no la tiene el perro,
sabeusté,
perros fuertes,
los perros de los militares,
comen todos los días,
no les falta una mujer para fornicar
“¿Qué es el exilio para usted?”
Seguramente por el artículo le van a dar dinero,
nosotros hace días que no comemos
“La moral es alta, compañero, la moral está intacta”
rotos los dedos, la moral está alta, compañero,
violada la mujer, la moral sigue alta, compañero,
desaparecida la hermana, la moral está alta, compañero,
hace dos días que sólo comemos moral,
de la alta, compañero,
“Dígame qué es el exilio, para usted”

El exilio es comer moral, compañero.

Cristina Peri Rossi

viernes, 14 de noviembre de 2008

A veces

A veces unas pocas cosas nos hacen felices
sin motivo:

El abollado pozal de hojalata en plena lluvia primaveral
bajo el cerezo en flor
justo antes de que comience a clarear.
O las botellas de vino tinto
que tiramos por la ventana anoche en la borrachera
justo después de...

Y a veces las mismas cosas nos hacen infelices
por el mismo motivo.


Henrik Nordbrandt

miércoles, 12 de noviembre de 2008

MANOS

las manos

me decían mis padres
antes de sentarme
a la mesa a comer

lávate bien
las manos

no alcanzaban
a comprender
que los niños
las tenemos siempre

limpias


David González

martes, 11 de noviembre de 2008

Abracitos de trapo

Esos tristes trapos viejos,
que entre zurcido y remiendo
sin hacer mayor estruendo,
a veces, llegan de lejos.

Dulces recuerdos zurcidos
con agujita de luna,
y con nanitas de cuna
de aquellos tiempos perdidos.

En vieja colchita rota
se van prendiendo ternuras,
algunas penas muy duras
y, una que otra, hermosa nota.

Tejida con mil retazos,
con blanda lana de vida,
y llanto de despedida
para abrigar los abrazos.

Cómo ignorar un abrazo
de trapos viejos tejido,
pues no está hecho de olvido,
sino de soles de ocaso.

Abrazos de trapos viejos
mulliditos y adorables,
siguen tibios y entrañables,
aunque vengan de muy lejos.

Que no te falte mi abrazo
de trapo viejo zurcido,
si es un tibio y dulce nido,
que te ofrezco entre mis brazos.

Zandra Montañez Carreño

lunes, 10 de noviembre de 2008

EL FUTURO NO ADMITE DISIDENCIAS

Los tiranos gangrenan de misiles las nubes.
Los imanes prohíben
versículos con velos de ignorancia.
El embajador manipula.
Amenaza la fe desde los púlpitos.
Sangra la bolsa del vampiro.
Las urnas se llenan de lágrimas.

Los acuerdos se firman
entre aullidos de alarmas.
Alaban los mediocres la cruzada del gringo.
Los oportunistas se enrolan.
Los vencedores pierden la memoria.
Se alimentan de olvido los vencidos.

Afinan los científicos su fórmula
de letal podredumbre.
Las cadenas disparan
sus índices de ausencia.
Los periódicos venden las consignas.
Desentonan los lazos
en el glamour de las solapas.

Tienen las golondrinas
las alas rotas.
Todas las guerras nos incumben:
es tiempo de acabar con las victorias.

Salvador García Ramírez

sábado, 8 de noviembre de 2008

La aurora

La aurora de Nueva York tiene
cuatro columnas de. cieno
y un huracán de negras palomas
que chapotean las aguas podridas.

La aurora de Nueva York gime
por las inmensas escaleras
buscando entre las aristas
nardos de angustia dibujada.

La aurora llega y nadie la recibe en su boca
porque allí no hay mañana ni esperanza posible.
A veces las monedas en enjambres furiosos
taladran y devoran abandonados niños.

Los primeros que salen comprenden con sus huesos
que no habrá paraíso ni amores deshojados;
saben que van al cieno de números y leyes,
a los juegos sin arte, a sudores sin fruto.

La luz es sepultada por cadenas y ruidos
en impúdico reto de ciencia sin raíces.
Por los barrios hay gentes que vacilan insomnes
como recién salidas de un naufragio de sangre.

Federico García Lorca

jueves, 6 de noviembre de 2008

A memoria/ La memoria

A memoria será ó final
un lugar no que atoparse.

***

La memoria será al final
el lugar donde encontrarse.

Baldo Ramos

martes, 4 de noviembre de 2008

Para qué cantar

Para que cantar
o que non precisa da nosa voz.
Para que ocultar o que está á vista,
o que nunca poderiamos chegar a amosar
coa nitidez coa que nos conmove.
Para que desdicirnos do que as cousas nos confían
pola necesidade de impoñernos a elas
cun xesto de desprezo que nos dignifique.
Para que mirar ó fondo
cando ós nosos pés
un solpor de distancias e horizontes
descóbrenos a escuridade do que levamos dentro.

Para que ir máis aló
do que estamos dispostos a camiñar.

***

Para qué cantar
lo que no reclama nuestra voz.
Para qué ocultar lo que está a la vista,
lo que nunca podríamos llegar a mostrar
con la nitidez con que nos conmueve.
Para qué desdecirnos de cuanto las cosas nos confían
por la necesidad de imponernos a ellas
con un gesto de desprecio que nos dignifique.
Para qué mirar al fondo
cuando a nuestros pies
la tarde tensa en la distancia el horizonte
con la noche que habitamos.

Para qué ir más allá
de lo que estamos dispuestos a caminar.

Baldo Ramos

sábado, 1 de noviembre de 2008

Convención de pájaros

Mi padre
convocaba a los pájaros
cada mañana
y dialogaba en el lenguaje
de los pentagramas.

En su mesa de primavera
compartía el trigo y la cebada.

Escribía mensajes de paz
en todos los árboles de su huerto,
en el vuelo silencioso
de la paloma
que habitaba el campanario,
en el rocío de otras madrugadas.

Pero nadie fue testigo
de esta siembra silenciosa.


Pablo Cassi